¿Qué celebraban mis versos
antes de desangrarse en el fango?
¿Qué me revelaban antes de calcinarse
en estíos de lava?
¿Acaso he bebido una vez más
del delicioso Leteo?
Me coseré los párpados, la boca.
Me amarraré las manos
y me entregaré a las tinieblas.
De rodillas sobre las cenizas
de mi poesía,
imploraré misericordia.
Y quizás algún día vuelva
a escribir otro poema.
Porque esta noche
ni yo misma comprendo
lo que antiguamente cantaban mis palabras.
¿Cómo restañar estos vocablos,
apenas tristes apuntes del olvido?
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