¡Bienvenidos, vampiros!


miércoles, 4 de septiembre de 2013

Sueños de sangre



Aún incompletos los casilleros del destino,
con la soga que siempre la vida
me ha puesto al cuello,
transito estas largas noches.
Me pregunto si esta novela gótica
tendrá el final de las películas.
Afuera llueve,
y detrás de las ventanas ríe un vampiro.
¡Perderás!, me susurra.
Yo,
que nunca fui una femme fatale,
que jamás la emboco
con los trucos del amor,
que nunca bebí
del Brindisi de Traviata,
trastabillo en mi deambular
por este tiempo de tinieblas.
¿Cuál será el secreto para no hundirse?
Y en el combate con la vida
me desgrano en una extraña heroína
—los ojos llorando mariposas de rímel—,
escribo los cantares de la sombra:
en ellos se suicida la alegría que no fue,
se derrama desde estaciones lejanas.

Ya no acierto con las palabras.
Y empapo en lágrimas mis papeles,
y la tinta forma marismas de nostalgia.

En la pantalla se suceden los títulos
de Entrevista con el vampiro.
Y juego otra vez,
los vocablos en mi garganta,
la metáfora comodín entre los dedos.
Y de nuevo escapo de la guadaña de la vida.
Y vuelvo a caer en un sueño de guirnaldas de sangre:
mis poemas.

1 comentario:

  1. Estimada amiga te invito al Jardín secreto de la Esperanza quien sabe qué cosas encontrarás allí...
    Un saludo
    La pequeña
    Mary Lennox

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